domingo, 15 de febrero de 2009

Nos sigue contando un cuento, ¡un cuento de verdad!

Y ahora os voy a presentar
una escena muy corriente
en la que se ve muy claro
que Elisenda se defiende
de todos sus amiguitos
que su problema no entienden.
Y también se ve muy claro
que, cuando ella se lo explica,
todos se quedan conformes:
saben qué es celiaquía.

Elisenda en el colegio

(En la potería, al llegar al colegio por la mañana)
Mamá: Adiós reina, pórtate bien y acuérdate de lo que has de hacer en el comedor…
Elisenda: Que sí, mamá, no te preocupes.
Mamá: Un beso.
Elisenda (da un beso a su madre) : Adiós mamá.
(Ya en el comedor del colegio Elisenda, con su bandeja, se acerca a la camarera y, al ver que reparte macarrones, se dirige a la monitora del comedor.)

Elisenda:¡Montse! Yo no puedo comer macarrones…
Montse: Pues no me habían dicho nada…
Elisenda: Pues es verdad: tengo celiaquía.
Montse: Y eso ¿qué es?
Bueno, Ahora no te lo puedo explicar bien; es que no puedo comer estos macarrones…
Álex (que lo ha oído) : ¡Anda, que tienes más cuento…! Yo me comeré tu ración…
Elisenda: No es ningún cuento y no me llames mentirosa; no soporto las mentiras.
Montse: Bueno, voy a hablar con el cocinero, a ver si él sabe algo.
(En la cocina, Juan está trajinando entre cazuelas y sartenes, con su gorro blanco de cocinero)
Montse: Oye ¿tú sabes algo de que Elisenda Puig no pueda comer macarrones?
Juan: ¡Anda, es verdad! ¡Se me había olvidado! ¡Suerte que la misma niña te ha avisado! Es muy espabilada… Ahora mismo le hago una tortilla de patatas.

(En la cocina Juan se esmera en hacer una tortilla de patatas riquísima, que Montse lleva al comedor)
Montse: Ten, Elisenda, tortilla de patatas.
Elisenda: ¡Gracias! Me encanta.
Miguel: ¡Eres una fresca! Tiene muy buena pinta… Mmmmmm
Elisenda: No soy nada fresca, pesado. Es que, de verdad que no puedo comer estos macarrones ni otras comidas que tienen dentro una cosa que se llama gluten y que no se ve, pero que a las personas celíacas como yo, nos hace daño.
- Elsa: (que lo ha oído) : Sí, es verdad, a mi prima Marta le pasa lo mismo. Es un poco rollo, pero mira, yo tengo que llevar gafas, que no me gustan nada, porque soy miope, y si no las llevo, veo mal todo el rato... Claro que, cuando sea mayor, llevaré lentillas o me operarán, pero es una lata…
- Óscar: Pues yo tengo un amigo que no puede comer huevos ¡Con lo ricos que son los huevos fritos! ¡Y la tortilla de patatas!...(Se relame)
- Emma : Pues mi hermana pequeña no puede tomar leche y ha sido un lío…
- Elisenda: Bueno, hablemos de otras cosas porque todo esto no es tan importante; hay muchos niños en el mundo que tienen problemas más serios que nosotros ¡ Nosotros sólo tenemos que vigilar!...Y además esto nos puede sevir para hacernos fuertes al acostumbrarnos a ejercitar la voluntad, o sea, a “hacer una gimnasia de cabeza”…
-Álex: Perdona lo que te he dicho antes. No sabía nada de esa celi…celi...
- Elisenda: celiaquía
- Álex: Eso.
-Miguel: Ni yo tampoco.
-Elisenda (sonriendo) Pues ahora ya lo sabéis y seguimos siendo amigos ¿no?
-Todos: ¡Pues claro!
Oyéndolo todo estaba
furioso y avergonzado,
el enemigo invisible
claramente derrotado.
Con el rabo entre las piernas
reconoció, muy hundido,
de Elisenda la victoria,
de los demás el cariño.

*


Y para acabar esta historia
sólo me queda pedir
que no le dejen a Gluten
muchos campos invadir,
puesto que algunas marcas,
con tal de ganar dinero,
dejan que Gluten se cuele
donde no pega ni un pelo.
pues como dice el refrán:
“La Naturaleza es sabia”;
no nos pasemos de listos.
no le enmendemos la plana,
porque el mundo es muy bonito
tal como Dios lo creó
y hemos de conservarlo
para todos: el mejor.


Y a todos, niños y niñas,
que a Elisenda conocéis,
si Gluten os hace daño
ya sabéis lo que hay que hacer:
plantarle cara , como ella,
y así siempre venceréis.


María José Carreras

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